Entrada destacada

7. PURIFICACIÓN. Mercarrelatos de la vida cotidiana.

              Nos encontrábamos en la cabaña de un gran terreno de Andalucía para conocer de primera mano la producción de olivas y de los a...

viernes, 21 de octubre de 2022

2. ASPIRACIONAL®. Mercarrelatos de la vida cotidiana.



Cuando llegaron el Vicepresidente de Servicio a Clientes junto con el Vicepresidente Creativo – Jean-Baptiste y Marciano– a la sala de juntas, la sala se encontraba abarrotada. En la enorme mesa de cristal templado con acabado plateado se hallaban sentados los Concesionarios del fabricante francés de automóviles, mientras el equipo de Mercadotecnia de la misma marca de coches se localizaba en una segunda fila dado que no habían alcanzado espacio en la mesa. Los de «Merca» apoyaban sus delgadas y modernas laptops encima de sus piernas. Las galletas ya se habían terminado, por lo que Marciano y Jean-Baptiste no alcanzaron a conseguir siquiera alguna de las botellitas de agua de una marca de los manantiales de los Alpes Suizos que en un principio habían servido a los invitados que llegaron más temprano. Marciano y Jean decidieron tomar dos conitos de papel y salieron a las oficinas aledañas a buscar un garrafón de agua donde servirse.

Marciano y Jean-Baptiste enseguida regresaron, en la sala ya estaban encendidos los televisores y las bocinas a un volumen alto, y los presentes se encontraban a la expectativa de lo que iban a ver. La dupla ejecutiva de la agencia presentó el comercial terminado del nuevo modelo de vehículo, que poseía una innovadora línea deportiva, más caballos de fuerza que la versión anterior, con mando de navegación, quemacocos, y cuatro colores llamativos de ‘pantones’ de colores aún inexistentes.

Sin ninguna introducción previa Marciano y Jean-Baptiste, que trabajaban para la boutique creativa Gut Feeling, pasaron el anuncio de veinte segundos una vez. Después de proyectarlo todos en la sala de juntas aguardaron en silencio.

El equipo de marketing de la marca de coches ya había visto el comercial desde antes y lo había aprobado para ser incluido en la estrategia de medios. Mientras tanto, los concesionarios se miraban entre ellos, hacían diversas muecas, gestos, sonrisas expectantes, aunque nadie alzó la voz. Como si esperaran que alguien más se animara a dar una opinión, o, aunque fuera un murmullo. Ante la tensión que se generó en el ambiente, Jean-Baptiste y Marciano se dispusieron a proyectar el comercial dos veces más. Ya se estaban preparando para proyectarlo otra vez, cuando uno de los concesionarios comentó en voz alta: “la verdad, señores este anuncio no me atrevería a compartirlo con mi madre”.

—¿Pero, porqué Ingeniero? contestó Jean-Baptiste. Si nosotros seguimos al pie de la letra lo que nos solicitaron. Enfocamos el carro desde todos los ángulos, los más atractivos posibles, incluimos varios wow shots y contamos una historia «aspiracional» para el público, para el segmento al que nos dirigimos, que está buscando status y distinción. Como decía el estudio de mercados que nos presentó la agencia de inteligencia de mercados con la que ustedes trabajan, los conductores no buscan comprar un auto, sino un estilo de vida, «babean» por pertenecer al club de los poderosos, los triunfadores, de los que marcan la pauta de las demás personas.

—Permíteme Jean-Baptiste -dijo el concesionario. Pienso que hicieron un buen trabajo, pero ¡caray! casi no muestran el coche, las bolsas de aire, el equipo de sonido, el quemacocos, el sistema park assist y mucho más. Y a mi madre se le haría «sexoso», eso de que aparezca una mujer súper atractiva con el personaje masculino bebiendo champán, casi desnuda en la azotea de un rascacielos. ¿Dónde se ha visto? Parece comercial de preservativos. ¿Y el eslogan? ‘No es un coche, es la plataforma que te hará volar hacia la cima’. Es demasiado. ¡Mi madre se quedaría pensando que la cima en realidad se refiere a que la chica que sale en el comercial se le entrega totalmente al tipo!

En ese momento todos empezaron a hablar entre ellos, y la sala de juntas se rodeó de una especie de barullo en el que la mayoría opinaba y daba sus puntos de vista a los que estaban sentados a su lado. Se desarrolló una especie de caos en la sala, un desorden, cuando de repente Marciano se levantó de la silla y comenzó a hablar.

—Chicos, hicimos lo que nos pidieron. Este auto vuela, es el mejor, nadie podría haber soñado con adquirir este coche. Este «carrazo» representa el futuro, el pasado y el presente al mismo tiempo. Es el vehículo –si le puedo llamar así– que todos habíamos esperado. Y sí, no lo neguemos, el tipo del comercial quiere tirarse, pero no por el rascacielos, quiere hacerle el amor a la mina que tiene enfrente. Claro, eso no lo vamos a decir en el comercial, eso les llegará a los consumidores, a su subconsciente, de forma subliminal.

El personaje se encuentra en la etapa más alta de su vida donde es capaz de conseguir todo, absolutamente todo lo que quiere cuando lo desee, puede comprar este y todos los coches de los competidores de su marca al mismo tiempo si quisiera. Él se siente más hombre que nunca, es un león, es un tigre, es un «semidios», está en modo «Elon Musk» en la vida. 

No le falta nada, ni siquiera este coche, pero el cree que sí, siempre espera más y más. En realidad, está en la cresta de su potencia sexual y económica, que a resumidas cuentas es lo mismo. De hecho, la primera vez que vi el comercial terminado en la cabina de edición, lloré, me convertí en un mar de lágrimas. Quería el coche ya, quería plata, minas, deseaba la oficina en el edificio más alto del mundo, pretendía arrojar miles de billetes desde el rascacielos, y que la gente se tirase del edificio para tratar de agarrarlos, arrojándose al vacío.

En ese momento todos se quedaron callados y centraron la vista en Marciano, que iba con el pelo largo y la barba crecida ligeramente cana, vestido con un saco de terciopelo color púrpura, una playera roja y unos tenis de lona con goma que habían sido blancos alguna vez y ahora eran color ocre, porque si los hubieran lavado podrían haber perdido su chiste. 

Asimismo, llevaba unos lentes con armazón rojo, amplios y de forma rectangular.

—¡A mi me encantó! dijo Pierre, el Director de Marketing para América Latina de la empresa automotriz. ¡Va a ser un todo un éxito! Además, lo dirigió Tony, que ha ganado muchos premios con sus cortometrajes en Europa y le han otorgado decenas de premios en muchos festivales internacionales de publicidad y cinematografía. Señores, hay que recordar que no vendemos coches sino una posición social, un VIP place en la vida. Hay que apoyarlo, hay que apostarle a este lanzamiento, ¡es la innovación de la década!

—No lo sé, Pierre, los concesionarios estamos muy preocupados. Casi no se ve el producto en el anuncio, y francamente ya está trillado el tema del status, lo vemos en comerciales de whiskies, coches de lujo, líneas aéreas y hasta de aseguradoras. A nosotros –y hablo por mí, pero creo que es una sensación general– nos gustaría ver otra alternativa de anuncio, que destaque más las virtudes del automóvil, que no se vuele tanto a la imaginación del espectador, que no saquen a una mujer casi desnuda, que sintamos orgullo de proyectarlo en nuestras distribuidoras y concesionarias frente a los clientes.

—¡Vamos a volver a lo mismo, a tener un comercial más de los que hay en el aire! y necesitamos estar presentes en los medios tradicionales y digitales dentro de una semana. Hay que atrevernos a lanzar comerciales más innovadores como éste.

—¿Innovadores? Si eso de mostrar un estilo de vida «aspiracional» –como le llaman ustedes– lleva años, la gente ya cambió a partir de la pandemia y ahora gasta menos en lujos, Pierre.

—Eso fue antes, cuando regresamos a la nueva normalidad todo mundo empezó a gastar otra vez y a darse sus lujos, que de hecho se lo merecían por estar tanto tiempo sin poder consumir, sin comprar, sin poder siquiera consentirse, ni darse sus lujos y satisfacciones más extravagantes. Nadie quiere limitarse ni vivir en la carencia, la escasez, y menos en este segmento. Todos ellos y sus familias se fueron a vacunar contra el Covid-19 a Nueva York o San Antonio y aprovecharon para irse de shopping. En fin, Eduardo, nuestro equipo quiere que ustedes también estén satisfechos con la publicidad que hacemos y si hay que esperar aguardaremos, pero esto nos orillará a estar fuera del aire un par de meses, cuando nuestra competencia está invirtiendo mucho dinero en medios digitales y redes sociales.

Todos se quedaron en silencio por un momento. Sentados en sus sillas, se concentraron en comer los canapés que recién habían llevado a la sala, pequeños bocadillos de jamón serrano, bonito español con pimiento morrón, salmón con queso crema y uvas verdes de California, y mole «manchamanteles» con pepitas doradas. Jean-Baptiste y Marciano se quedaron sentados en silencio un momento. Después Jean-Baptiste se paró, y les comunicó la idea que se le había pasado por la mente.

—Se me ocurre que podemos aumentar las escenas del coche para que se destaque más la hermosura de su línea y enfatizar más todos los dispositivos y artilugios que contiene. Podemos utilizar otras tomas de la modelo que sale en el comercial, menos atrevidas y con otro atuendo, menos abiertamente sexy aunque sin perder elegancia y atractivo, además podemos buscar otra frase publicitaria que cierre mejor el anuncio. Si nos permiten, en menos de una semana podemos regresar con una nueva versión, la mejor versión del auto. Todos buscamos mostrar la mejor versión de nosotros mismos, ¿no es cierto?

Pierre asintió sin decir nada y solicitó a los de la agencia que salieran un momento de la sala de juntas. Marciano y Jean-Baptiste se sentaron en unas sillas que se encontraban a lo largo del pasillo para esperar que el cliente discutiera lo que iban a decidir al final. Jean-Baptiste abrió su MacBook Air último modelo y proyectó para él y Marciano el anuncio otra vez. Mencionó: “¿será verdad que nos la habremos volado?”

Mientras tanto una mujer de la limpieza del edificio se quedó observando el anuncio completo mientras trabajaba, y Jean-Baptiste permitió que lo viera; de hecho, la animó a acercarse y a que se expusiera al comercial.

Al final, la mujer ya se estaba alejando para seguir lavando y susurró algunas cosas que Jean- Baptiste y Marciano no llegaron a escuchar bien. Marciano, solo oyó algo así como; «aspiracional no falla», o es lo que él entendió. Por lo que le preguntó a la mujer: “dijo usted que ¿lo aspiracional no falla? ¿verdad?”. Mientras la mujer le contestó: “no licenciado, el comercial está bonito, lo que pasa es que la aspiradora que siempre uso me está dando lata, me está fallando”, eso me dije a mi misma. Jean-Baptiste y Marciano se rieron, y entraron nuevamente a la sala de juntas ya que todos en la sala de conferencias los estaban esperando.

El Portavoz de los Concesionarios y Pierre se pusieron de pie; Pierre afirmó.

—Les agradecemos la propuesta que nos presentaron hoy, y estamos de acuerdo en hacer los cambios que amablemente Jean-Baptiste nos planteó. En una semana nos vemos y nos presentan «petit comité» la nueva versión del anuncio. Por otro lado, ¿Pudieron aparcar en nuestro estacionamiento?

—Muchas gracias y así le hacemos, comentó Jean-Baptiste. ¡El comercial será todo un éxito, ya verán! Y no, nos vinimos en Über ya que había una marcha de transportistas y queríamos llegar con ustedes a tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario